Ladies football club de Stefano Massini por Barco Pirata


El titular fácil podría ser algo así. La nueva adaptación del autor italiano Stefano Massini por parte de Barco Pirata, mete un gol por toda la escuadra. Algo obvio, pero suficiente para responder la gran pregunta.

¿Merece la pena comprar la entrada? Sí. ¿Por qué? A continuación:


Lo primero, el director. Sergio Peris-Mencheta se vuelve a colocar como director teatral en una propuesta que sigue la estela de trabajos anteriores como La cocina o Castelvines y Monteses. De esta manera exprime su vertiente más creativa, afrontando los desafíos con valentía y arrojo. Sin amilanarse ante textos que combinan la abstracción con lo concreto, lo contextual, el protagonismo coral y la crítica social. Nada fácil, ¿verdad?

Lo segundo, la obra. Ladies Football Club resulta tan moderna y rompedora en su contenido que da miedo. Estamos ante un espectáculo que nos hace mirarnos a nosotros mismos al espejo y ver en que punto estamos. 


Nos situamos durante la I Guerra Mundialonce trabajadoras de la Doyle & Walker Municiones recogen el testigos del fútbol masculino sirviéndose del esférico no solo para entretener a las masas sino para reivindicarse como mujeres y personas. Marcar un gol no sólo significa la victoria de su equipo ni subir de posición en la tabla, es un trofeo vital que ganan día a día. Su alter ego futbolístico convierte a estas mujeres en iconos, ídolos que destacan por encima su condición como esposas y/o madres.

Lo tercero, la puesta en escena. Toda gran historia necesita un tratamiento a la altura. La forma de contar es casi tan importante como el propio relato. La parte técnica es un elemento que no eclipsa si no que suma. Siendo económico y funcional a la vez. Sirviéndose de un gran tratamiento de la luz en escena, con un sugerente tratamiento de los espacios sonoros y juegos coreográficos que crean momentos de gran belleza plástica. Destacando como el elemento más diferencial el empleo de un gran reparto como unidad atómica para contar la historia. 


Las once de jugadores son un equipo que canta, baila, te hace llorar y te emociona sin que ninguna destaque sobre el conjunto. A pesar de que  se desarrollan las componentes del elenco de manera individual, las quieres a todas por igual. Lo más sorprendente es que no sólo sirven como personajes en una historia, si no como el medio narrador. Sus diferentes voces, los temas musicales y las imágenes que propone Peris-Mencheta acentúan la obra más emotiva de la carrera del director. Porque coloca al espectador en una postura muy cómplice con ellas. Un gran trabajo de empatía que se podría emborronar con lo complejo del texto, pero que se desarrolla de una manera perfecta en el equilibro fondo-forma.

Estando en tiempos de mundial es curioso como el mejor partido se juega en los Teatro del Canal. Si compras tu entrada, la victoria está asegurada.


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