Billy Elliot El musical



Después de conocer que se haría el musical que adapta la famosa película Billy Elliot, me preguntaba como harían para representar el espectáculo y mantenerse fiel con las edades de los personajes. Era una taréa difícil y a pesar de ello, se pusieron manos a la obra y el resultado salta a la vista: Sobresaliente.

La historia, como ya deberías saber, se centra en la vida de Billy Elliot, un joven inglés que por causas ajenas a su voluntad acaba descubriendo el mundo del ballet. Esto le sirve como catalizador, descubriendo como algo que le era tan ajeno puede ser su billete para salir de la crisis en la que se encuentra. La nobleza de la gente que lucha por lo que ama siempre será un tipo de relato que me toca la patata y más en este caso con el contexto familiar y político. 

La compañía esta formada por seis jóvenes interpretes que dan vida al personaje principal semana tras semana en una labor de casting impresionante. Esto se lleva a cabo, gracias a un trabajo previo en la escuela que sirve de preparatoria para el musical. Un esfuerzo muy alto por parte de los chicos y que como resultado se ve recompensado con llenos función tras función.
En mi caso en concreto tuve el placer de estar ante el joven Cristian López que demostró su versatilidad tanto en interpretación como en canto y danza. Billy se mantenía fiel en su esencia y lo que parecía imposible se convertía en realidad, ver sobre las tablas como daba sus primeros pasos de baile
Nos regala grandes momentos, sobre todo los que comparte con el personaje de la señorita Wilkinson, quien da pie a que su vocación salga a relucir.
El rol de mentora esta interpretado por Natalia Millán que demuestra su versatilidad en un papel que gana la simpatía del publico desde su primera intervención. Sin aspavientos y con un mucha naturalidad. Así consigue que nos rindamos en cada una de sus escenas. Su manera de comportarse durante las clases, sus sentimiento de admiración ante los progresos de Billy y como lo ayuda a pesar de las circunstancias de la familia Elliot. Ella nos abre los ojos a todos. Mostrando esperanza donde no lo hay. Un mensaje muy bello. 

 
Por el contrario un aspecto que deja que desear es la puesta en escena. Movimientos laboriosos e impresionantes transiciones entre escenas pero que se ejecutan de forma pobre y siendo poco orgánico con lo que se esta tratando. Sé que es cuestión del género y que funciona así, pero siempre menos es más y en el caso, no era necesario tanto cambio espacio-temporal. Algo que afea el resultado final pero que no le quita ni una pizca al resto de apartados técnicos.  Destacando una iluminación, acompañamiento musical y escenografías muy conseguidas que sin ellas no sería lo mismo.



En términos generales, la propuesta me convenció dejandome llevar por la emocionante historia y el carisma de los protagonistas. Una material de base muy bueno con una logística necesariamente compleja y digna de admirar. En España también podemos hacer las mismas propuestas que en Londres o Nueva York.

Lo sueños se cumplen y gracias a Billy los convierte en los nuestros. Él pudo y los espectadores juntos con él también. 

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