Cage Scenario
Uno de los
memes andantes más interesantes de los últimos tiempos, Nicolas Cage, que
despierta hordas de fans allá donde se estrené una cinta protagonizada por él,
ha conseguido lo que no muchos, que él mismo se convierta en un subgénero. Su
estatus se eleva por encima del de intérprete y como llegó a ocurrir en algún
tiempo con, solo por poner un ejemplo, Steven Seagal, su participación en
cualquier proyecto queda relegada a culto instantáneo.
Al revés que
otros astros caídos en desgracia como Bruce Willis, Christian Slater o Eric Roberts,
el bueno de Cage, o el bueno de su agente, ha tenido el suficiente oficio para
rebuscar lo suficiente y entre títulos inmundos terminar encontrando más de dos
y hasta más de tres películas que en los últimos años han sido alabadas por la
crítica, así como su interpretación. Su filmografía ha cambiado mucho, ya no
queda nada del héroe del cine de acción protagonista de La Roca o
Con Air (magníficos filmes), va quedando poco del actor que hacía
cine para pagarse sus mansiones sin reparar en la calidad del producto, y lo
que hoy tenemos, es prácticamente un actor-subgénero que es una piedra vital en
muchos títulos indies, como el que hoy nos ocupa.
Paul Matthews, un desventurado padre de familia, ve cómo su vida da un vuelco cuando millones de extraños empiezan a verle en sueños. Pero cuando sus apariciones nocturnas toman un giro de pesadilla, Paul se ve obligado a navegar por su nuevo estrellato.
Hace unos años,
cuando el video, creepy donde los haya, “Obedece a la morsa” se hace viral en
ese internet en el que prácticamente aun no existen los creepypastas y casi ni
siquiera el término “viral”, nace una leyenda que cuenta que muchas personas
sin conexión entre sí y en todas partes del mundo comienzan a soñar con la
misma persona. Un varón blanco con alopecia y cara de pedófilo (esto último es
un apunte de mi interpretación). Es en realidad una cara random que, de tan anodina,
termina generando expectación malrollera entre los que lo ven, generando así las
vibras adecuadas para esta historia.
Esta es
prácticamente la historia de Dream Scenario, con un Cage
interpretando a ese don nadie con el que todo el mundo sueña. Pero la película quiere
ir más allá, y aunque pone los pelos de punta en más de una ocasión, no apuesta
por formar parte del género de terror puro, de hecho, casi más de comedia, ya
que genera más de una carcajada también. Y gran parte de la culpa la tiene
Nicolas Cage, que entiende al personaje a las mil maravillas y gestiona las
situaciones de cada secuencia como estas se merecen.
También, su
director Kristoffer Borgli, que tiene talento pese a esforzarse en muchas
ocasiones en intentar ser el hípster subversivo que hace cine para que los
demás no lo entiendan y él sí, también va más allá con la lectura de la aceptación
social y la feroz y merecida crítica a la cancelación en el mundo actual.
Su halo es
pesadillesco, incluso en los momentos cómicos, y genera una atmósfera muy
similar a la de películas como Madre! de Aronofsky o la reciente Poor
Things de Lanthimos. Cineastas que se nutren de elementos fantásticos
para generar estas tensiones y dejar su firma con ellas.
En definitiva, una
experiencia siniestra, sátira y cruel que irradia originalidad en la
realización (obvio no en su trama robada) y que dará bastante que hablar.
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