Un año más, y ya van… toca elaborar el típico listado con
las mejores películas del ya pasado 2021. Esta vez, el medio que me ha
sobornado, es este que leéis, Autocine para Peatones, y para el que escribe,
tras un año accidentado por los coletazos de la pandemia coronavírica y un overbooking de estrenos debido a este
mismo motivo, estas son las diez cintas más destacadas.
10. Tiempo de M. NIght Shyamalan (Old)
El hindú que rompía taquillas a comienzos de siglo parece
haber vuelto al fin a ese estilo que tanto le caracterizaba, tras un paso no
muy reseñable por alguna que otra superproducción hollywoodiense, en los que
daba la sensación que se centraban más en lo visual y los FX, que en la
verdadera esencia del asiático. Con Tiempo recupera, aunque no en su totalidad,
ese suspense y malrrollismo con el que tanto nos sedujo con films como El
Sexto Sentido o Señales.
9. Free Guy de Shawn Levy
Entretenidísima película, que resultó ser una absoluta
sorpresa en todos los términos. La típica historia romántica contada desde un
punto de vista gamer y desarrollada con estilo y diversión. Logra hablarnos de
la deshumanización sin aburrir al personal, y eso amigos, es envidiable.
8. Cazafantasmas: Más Allá de Jason
Reitman (Ghostbusters: Afterlife)
El ejemplo opuesto a lo que ha terminado siendo Matrix
Resurrections sería esta tardía, pero no por ello evitable tercera
entrega de la franquicia Ghostbusters.
Consigue de hecho ser la mejor secuela de la franquicia (obvio que no cuento la
de 2016) inundando la sala de nostalgia y llevando a cabo un reinicio de la
saga que se antoja harto interesante. Conceptos ochenteros y contemporáneos
conviven a las mil maravillas aquí como sus protagonistas, la nueva generación
y la original. Un regalazo de navidad.
7. Despierta la furia de Guy Ritchie
(Wrath of Man)
Muchos ya estaréis pensando: “¿Sí? ¿Tanto te ha gustado?” La
respuesta es sí. Al igual que ocurría con Shyamalan, el británico Guy Ritchie
hace lo propio en su nueva película de atracos. Vuelve a sus orígenes de la
mejor manera posible, sin reinventar el género o su propio halo de autor, pero
si respetando todas las pautas que le hicieron triunfar en los noventa y que
desembocaron en que Madonna se “enamorara” de él. Ritchie ya está aquí again, y ha vuelto a lo grande.
6. Sin tiempo para morir de Cary Joji
Fukunaga (No Time to Die)
Vale que no es el cierre que esperábamos, ni siquiera la
mejor película de nuestro agente del MI6 favorito, ni siquiera la mejor de la
era Craig, pero era una de las más esperadas del año y por méritos propios no
se ha quedado fuera del Top Ten. Ofrece todo lo que puedes esperar de una
película Bond; trama enrevesada, secuencias de acción de altura y un
protagonista mostrando una cara poco conocida en él, pero desenvolviéndose con
soltura en el universo que le rodea para hacerlo suyo y solo suyo. Su nombre es
Bond, James Bond, y se cuela en la lista a golpe de pistola.
5. Última noche en el Soho de Edgar
Wright (Last Night in Soho)
Comienza el Top 5 con una de esas películas que consiguieron
estar de moda entre los más cinéfilo durante una semanita. Todo un hito si
consideramos que no se estrenó en Netflix. Un neogiallo que fusiona subgéneros
de lo más rebuscados, pero sin despreciar la personalidad que un director que
ofrece una obra que podrá no ser perfecta, pero si imperecedera, dada su
capacidad de atracción de primer orden. Una cinta que no puedes perderte por
nada del mundo, aunque ya haya dejado de ser trending topic.
4. Maligno de James Wan (Malignant)
Y ¿dónde está el terror? os estaréis preguntando, ratas.
Aparece a estas alturas la nueva propuesta del maestro Wan, que se medio
desmarca de las cintas de horror que había facturado el malayo, para llevar a
cabo un rollo mucho más comiquesco, entre cine negro macarra, acción y terror
puro y duro del que le gusta. ¿Esta ensalada de elementos no os convence? Pues
debería, sobre todo después de visionar la película. Sin duda, la película de
terror del año.
3. La liga de la justicia de Zack
Snyder (Justice League Snydercut)
El podio lo encabeza uno de esos films en los que ya
habíamos perdido toda esperanza. Muchas eran las ganas de ver a los superhéroes
de DC en acción bajo la batuta completa del visionario Snyder y al fin llegó el
momento. Cuatro horas de pura adrenalida, cámaras lentas, escenas épicas y un
conglomerado de superhombres que, esta vez sí, dan la talla en pantalla (no
grande, se estrenó directamente en HBO) para regocijo tanto de fans, como de
cualquier espectador ávido de buen cine y espectáculo del que se te queda en
las retinas. Ni siquiera la secuencia de Leto como Joker molesta… con esto os
lo digo todo.
2. El escuadrón suicida de James Gunn
(The Suicide Squad)
De superhéroes pasamos a supervillanos, y, miren por dónde,
les ganan la partida. Gunn se cuelga la medalla de haber parido la mejor cinta
de DC hasta la fecha, se resarce de lo que hizo el pobre David Ayer y genera un
producto que es un auténtico delirio de estilo dónde no falta de nada y abunda
el desenfreno y la incorrección política. Es por eso que The Suicide Squad merece estar en este puesto, porque cada es menor
el número de películas o realizadores que arriesgan tanto a este nivel, y eso
señores, se premia.
1. Spider-Man:
No way home de Jon Watts
Correcto. Se hizo esperar y llegó en el límite. Muy pocas
veces tanto hype había sido tan bien
correspondido, aunque se habrían agradecido menos filtraciones por parte de
prensa y estudios. El cierre de la trilogía de este Peter Parker del MCU ha
devuelto los aplausos en mitad de la proyección a las salas y las ovaciones al
iniciar los títulos de crédito. Se lo pasará en grande cualquier espectador
medio y reconciliará a la audiencia con la pantalla grande tras año y medio de
semiausencia. Además, consigue lo que ninguna de su familia había hecho antes,
aunar a varias generaciones y conseguir poner los pelos de punta a todos. No
solo es fan service, es cine estado
puro. Gracias Marvel. Gracias Jon Watts.
Igna L. Vacas
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