Fugas



El libro físico sigue con buena salud debido, en su gran mayoría, a los libros de no ficción. Entre los muchos tipos de obras que se pueden enmarcar dentro de este género encontramos los testimonios o libros de memorias como el libro que me siento en el deber moral de reseñar hoy

Fugas nos da una idea más clara de dónde nos movemos desde que pasamos la primera página. Ese es el título del nuevo libro del intérprete James Rhodes, el talento que nos trajo el grandioso Instrumental y que vuelve a utilizar la lengua escrita para contarnos cómo es sentirse en su piel
Su lenguaje claro, sencillo e informal nos hace sentirnos cerca de nuestro protagonista, siendo un mecanismo literario más complejo de lo que parece a simple vista. La estructura es bastante clara, capítulos desarrollados en tres puntos que vertebran todo el relato. 

En un primer lugar, Rhodes se basa en un autor imprescindible de la música clásica, desde un punto casi biográfico para  transmitirnos el inmenso poder de la música. Ese poder terapéutico, religioso e innegablemente lúdico.  

La música es, para Rhodes (y no le quito parte de razón), todo lo que necesitamos en la vida. Descubrimos que Mozart o Beethoven nunca estarán obsoletos y más de uno se descubrirá añadiendo algunas piezas a sus listas de Spotify a medida que avanzan las páginas.  

El segundo punto tiene que ver con el mundo exterior ya que el autor utiliza el libro como un diario de viaje en el que describe sus experiencias en torno a cada concierto, desgranando algunos aspectos cotidianos de la parte más glamourosa de ser un personaje público.

El tercer eje del relato es la más interesante y su vez la más inaccesible ya que está relacionado con su mundo interior. ¿Cómo piensa James Rhodes después del éxito de Instrumental? ¿Qué siente de verdad? ¿Cómo es el acto creativo?
En este ensayo descubrimos reflexiones muy interesantes que consiguen, sin pretenderlo,  darnos lecciones de vida. El autor de forma valiente sus intimidades al lector, tirando de humildad y autoanálisis. 

No puedo terminar sin destacar la bonita edición de Blackie books, con una cubierta cuidada (como casi todas las que publica) y un formato de buena calidad, aspecto que yo, sinceramente, agradezco. Espero que sigan aspostando por esta serie que tiene potencial para dilatarse en el tiempo y que yo, por lo menos, apreciaría con gusto. 

Este libro os va a tocar, igual que hizo el primero. No podéis dejar pasar la oportunidad de abrir la tapa (en el mejor de los casos) y descubrir su historia. 
 
Como regalo, os dejo una pieza de Chopin interpretado por Rhodes a modo de ejemplo de esa simbiosis que narra en el libro donde vemos reflejado esa fuerza mayor que es la música, abriéndonos los ojos a nuevos mundos, cambiando nuestra vida a mejor con las teclas de su Steinway.



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