Hoy arrancamos nueva sección, en ella comentaremos nuestras escenas favoritas de la historia del séptimo arte. Puede que las películas en su conjunto no alcancen la excelencia que de ellas se espera, pero podemos encontrar destellos de genialidad gracias a grandes interpretaciones, espectaculares movimientos de cámara o una edición rupturista.
En el caso de hoy, nos centramos en Stoker. Una cinta muy interesante, irregular en su conjunto pero con un pulso narrativo sensacional. La incursión en el cine americano del director Park Chan-Wook, uno de los directores que puso en el mapa la maravillosa cinematografía coreana. Para muchos de vosotros, antes que esta escena destacarían el plano secuencia tan famoso de Old boy, pero aquí estamos para descubrir grandes escenas desapercibidas por el ojo público, por eso nos centraremos en cintas menos reconocidas.
Concretamente, la escena que nos ocupa es la del dueto a piano que se marcan Mia Wasikowska y Mathew Goode. Un momento imprescindible que pasa de puntillas por la historia pero que trasmite una fuerza inconmensurable y que cuenta mucho de los personajes y la relación que existe entre ellos sin necesidad de diálogo (Si veis la película lo entenderéis). Una gran plantificación marcada por una preciosa banda sonora acompañado por un eficaz montaje en esta secuencia tan sexual que en ningún momento muestra el acto en sí. El poder de sugestión es un elemento muy poderoso en el cine, aquí siendo simplemente sugerido hace que no sea necesario enseñar nada más. Estamos ante un gran ejercicio sin duda, un momento muy hermoso y excitante que no debería pasar desapercibido para todo amante del cine. ¡Click ya!
Concretamente, la escena que nos ocupa es la del dueto a piano que se marcan Mia Wasikowska y Mathew Goode. Un momento imprescindible que pasa de puntillas por la historia pero que trasmite una fuerza inconmensurable y que cuenta mucho de los personajes y la relación que existe entre ellos sin necesidad de diálogo (Si veis la película lo entenderéis). Una gran plantificación marcada por una preciosa banda sonora acompañado por un eficaz montaje en esta secuencia tan sexual que en ningún momento muestra el acto en sí. El poder de sugestión es un elemento muy poderoso en el cine, aquí siendo simplemente sugerido hace que no sea necesario enseñar nada más. Estamos ante un gran ejercicio sin duda, un momento muy hermoso y excitante que no debería pasar desapercibido para todo amante del cine. ¡Click ya!
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