Marte (2015) de Ridley Scott

Vía Fotogramas

La premisa esta clara desde el primer momento, la misión es salvar a Mark Whitney (Matt Damon), abandonado a su suerte por sus compañeros de tripulación. Un conflicto impactante tratándose de un astronauta solo en el planeta rojo, un entorno hostil donde los haya; allí, tendrá que valerse de su ingenio, su trabajo constante y sobre todo su optimismo ante la adversidad y las patatas (el elemento fundamental de la historia, vinculada al sentido del humor de la propia película).

Esta interesante premisa sirve a Ridley Scott para contar su historia más luminosa hasta la fecha, basada en la exitosa novela de Andy Weir y que ha sido una de las mayores sorpresas cinematográficas de la temporada junto a Del revés o la nueva de Mad Max. Veremos que pasa en la temporada de premios...

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Sin duda alguna, el grueso de la cinta esta centrado en las andanzas marcianas de Mark Whitney; no obstante, una parte muy importante está también dedicada al equipo de la NASA, que se encarga de organizar la misión mientras nuestro protagonista aguanta como puede. Un acercamiento más que interesante en clave procedural donde conocemos el funcionamiento interno del propio organismo. 

Este equipo, comandado oficialmente por un burocrático Jeff Daniels en su papel de director de la NASA; Chiwetel Ejiofor como Venkat Kapoor, el jefe operativo; y Sean Bean como Mitch Henderson, siempre preocupado por el bienestar de la tripulación. Un triángulo de personajes que se verán enfrentados entre ellos para dar una solución a la misión de rescate.

Por otro lado, tenemos en el espacio a la tripulación de la Ares III, con una fuerte líder: Jessica Chastain. Ésta, repite propuesta espacial, ya que la vimos en Interstellar casualmente, junto al propio Matt Damon (Esperemos que no sea la última).

Desde los primeros minutos vemos como los miembros de este equipo se complementan los unos a los otros, aportando cada su especialidad científica, e incluso podemos ver algunas notas de romance (No hay que olvidar el tipo de producto que estamos viendo).

Uno de los elementos a destacar es el empleo de las diferentes cámaras de la que se dispone en la estación espacial para observar al protagonista como si de un found footage se tratase. De esta forma, se le da una verosimilitud digna del documental, que ayuda tanto al personaje como al público a establecer una conexión rápida entre ambos. La sólida interpretación de Damon establece un diálogo orgánico y muy emocional con el espectador, contribuyendo a un dotar de mucha humanidad a su personaje y a la historia, olvidandonos por completo de que nos movemos en un entorno de ciencia ficción.
 

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Por poner una nota discordante, y sin caer en el spoiler, diré que el final es muy complaciente con el espectador, por lo que no era necesario esa especie de epílogo como si de una película de "basado en hechos reales" se tratara. Aún así no emborrona la imagen positiva de la película.

La conclusión, es que si queréis pasar un rato entretenido, escuchar Abba y aprender a cultivar patatas, Marte puede ser vuestra película.