Cómo entretener a tu familia
Quince años han transcurrido desde la obra original de animación que desembocó en la trilogía que conocemos sobre Cómo entrenar a tu dragón. ¿Ha transcurrido el suficiente tiempo como para remakear al live action? Es evidente que mucho menos que otras como El Rey León o El Libro de la Selva, y el debate puede dar de sí, pero la realidad es que la película ya está aquí, y pese a que no dista mucho de la original, cumple sobradamente con su cometido.
En la escarpada Isla Mema, donde vikingos y dragones han
mantenido una amarga enemistad durante generaciones, Hipo es un muchacho
diferente a los demás. El ingenioso y subestimado hijo del jefe Estoico el
Inmenso desafía siglos de tradición haciéndose amigo de Desdentao, un temido
dragón Furia Nocturna. Su insospechado vínculo desvelará la verdadera
naturaleza de los dragones, poniendo a prueba los cimientos de la sociedad
vikinga. En compañía de la feroz y ambiciosa Astrid y Bocón, el estrafalario
herrero del pueblo, Hipo planta cara a un mundo dividido por el miedo y la
incomprensión. Pero cuando surge una ancestral amenaza que pone en peligro
tanto a vikingos como a dragones, la amistad de Hipo con Desdentao se
convertirá en la clave para forjar un nuevo futuro. Juntos, deberán recorrer la
delicada senda hacia la paz, volando más allá de los límites de sus mundos y
redefiniendo para siempre el significado de ser un héroe y un líder.
Hablaba de su cometido, el que tiene todo blockbuster familiar veraniego que se preste, ser efectivo con audiencia de cualquier edad, algo que, bajo mi supervisión, cumple con sobriedad. El fan estará encantado de disfrutar de la historia en imagen real y, el que no lo sea tanto, recibirá los suficientes ingredientes como para estar pegado a la pantalla durante sus cerca de dos horas sin rechistar.
Todo funciona, es cierto que es un copy & paste demasiado descarado y que ya funcionaba a las mil maravillas en su versión de animación, por lo que puede parecer poco meritorio, pero el cambio de formato puede afectar para mal, como nos han demostrado otras como Aladdin y aquí, esta versión sale realmente airosa. Y es que pese a calcar la historia, el ritmo y los intérpretes tienen gran parte de la culpa de que esta reseña esté siendo positiva. Su trama adolescente es fresca, previsible también, sí, pero efectiva para el tipo de producto al que sabemos nos enfrentamos. Por otro lado, los Gerard Butler o Nick Frost parecen disfrutar en sus roles y no solamente pasan por allí para recoger su cheque al final del día, ya sabéis a que me refiero.
Cuando los mundos convergen, todo sigue siendo fructífero, además de ofrecernos un final impresionante, sobre todo en cuanto a efectos visuales se refiere, totalmente a la altura de lo que el relato precisaba.
En resumidas cuentas, apunta a éxito de taquilla estival.
Apunta a secuela e incluso franquicia, como ya hizo su homónima animada. Pero
sobre todo apunta a dar un pistoletazo de salida ejemplar al verano
cinematográfico 2025.
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