Empezar a los treinta de Estela Algaba



Hemos convertido la edad en un problema. No nosotros, sino la sociedad. Todo tiene que ver con una correspondencia entre los años que tienes y las expectativas de futuro. Según el imaginario colectivo, a los treinta años ya eres una persona que debería haber alcanzado ciertos logros que se perciban como avance madurativo y éxito profesional. Se espera que tengas una bonita casa, con nevera y Netflix, un buen trabajo de lunes a viernes y luego una pareja con la que casarte y crear una familia.

Todo esto, en generaciones anteriores era más o menos alcanzable. Actualmente, es prácticamente una quimera…

Este es el punto de partida de ‘Empezar a los 30’, una comedia dirigida por Javier Gallego que nos acerca a la vida de Esther, quien se muda a Madrid para ser actriz junto a su amiga Arancha. Un futuro prometedor para las dos chicas, hasta que en su primer día se separan irremediablemente tras una fuerte discusión y la sorpresa de que Arancha va a casarse.

En su soledad, Esther concibe a una amiga imaginaria en una suerte de desdoblamiento psicológico donde habla con Arancha siendo una proyección de ella misma. Este personaje ayudará a nuestra protagonista en su toma de decisiones, algo que a priori podría ser una gran ayuda, pero que pronto se torna en una excusa perfecta para la comedia. Hasta que un buen día conoce a su vecino de abajo con su propio amigo imaginario y se desatará el caos en sus vidas. 

El espectáculo juega mucho con elementos que hacen que el espectador sienta empatía por los personajes, sintiéndose involucrados en sus dudas existenciales y miedos. Porque, ¿quién no las ha tenido? Cada uno a su manera ha vivo sus pasos hacia la madurez, la vida adulta y las expectativas de futuro. 

Por eso, bajo una historia de aparente escapismo, tenemos un panorama desolador para las nuevas generaciones que esperan del mundo unas aspiraciones que no son realistas. Una problemática que se agudiza cuando las aspiraciones de nuestras protagonistas están en el terreno de la interpretación. Siendo un mundo muy complicado, y que el texto de Estela Algaba pone de relieve. Sin embargo, ‘Empezar a los treinta’ tiene un punto de vista vitalista y, cuando la función termina, no puedes evitar aplaudir con una sonrisa en la cara.

El reparto está compuesto por María del Mar Basas / Isabel Bernal, Estela Algaba, Higinio Vela y Javier Retamal, quienes con su frescura hacen que la obra transcurra con mucha fluidez y que los gags funcionen gracias a un ritmo perfecto. Los actores se lo pasan pipa en escena  y eso se nota, porque sé contagia a todas y cada una de las butacas del Teatro Luchana.

Tanto si vas a entrar a los treinta como si ya lo has cumplido, la universalidad de lo que se cuenta es tan poderosa como divertidos son sus personajes, momentos divertidos, a veces escatológicos, escenas musicales, monólogos sobre la menstruación y referencias a Dragon Ball o Naruto. ¡Qué más se puede pedir!

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