The Shit Show de Elizabet Altube



Adaptar unos hechos reales conocidos en la cultura popular es algo muy complejo. Hay una tarea de investigación y acotación de los hechos para convertir el documento en un relato pseudo-ficcional. No llegando a un lugar tan extremo como el "Shock" de Andrés Lima, pero sí buscando un relato y unos personajes clave para conquistar a su audiencia, "The Shit Show" aborda un tema tan complejo como el juicio a Harvey Weinstein. El conocido magnate cinematográfico se encuentra en medio del juicio más importante de su vida, siendo acusado de violación por varias mujeres y otras tantas que se fueron sumando con el paso del tiempo. Un momento clave que cambiará a toda la industria del séptimo arte y parte de la sociedad, siendo vigente en la actualidad.


A pesar de la crudeza de los hechos, la obra se sitúa en un lugar de vocación satírica, siendo por momentos hasta cómica, lejos de otros retratos de violencia sexual como "Prima Facie". Algo que es de agradecer.


La obra, escrita y dirigida por Elisabet Altube, está protagonizada por Ariana Martínez y Mónica Miranda. Nos adentra en una temática muy actual con dos personajes antitéticos para polarizar una situación compleja y plantear una serie de preguntas al espectador. Hay que admitir que la ligereza y el ritmo del montaje hacen que su hora de duración se antoje perfecta, teniendo en cuenta que hay mucha información que documentar para el espectador menos informado en los entresijos del caso.

Tanto Donna Rotunno, la feroz abogada del caso Weinstein, como Megan Twohey, la periodista que destapó el escándalo, forman las dos caras de una misma moneda. Sus choques de pensamientos generan un estadio de reflexión, ya que a pesar de la vocación del espectáculo, no rehúyen otros puntos de vista.

La puesta en escena es muy variada, con solo dos actrices en escena que traspasan su propio personaje, jugando con diferentes roles y formatos para desarrollar diferentes vertientes del juicio a Harvey Weinstein.

En definitiva, una muestra de un juicio literal y metafórico que habla de muchos temas candentes como el consentimiento, el papel de la mujer en la industria o qué es ser una víctima. Una propuesta que nos lleva los propios testimonios a pie de escena con abrumadora facilidad. No busca dar un puñetazo en el estómago, pero sí poner delante del espectador unas preguntas que le perseguirán fuera de la sala.


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