Se acaba de lanzar, por fin, los dos primeros capítulos de la serie que está llamada a marcar un antes y un después en la ficción española. Un hecho que tiene mucho mérito debido al amplio volumen de contenido que tenemos gracias a las plataformas. Catálogos de todos los géneros y formatos que nos provocan ciertas dudas para decidirnos sobre lo que vamos a ver. Hemos pasado de zappear a bucear en las plataformas para encontrar lo que más nos interesa de una amplia e inabarcable oferta.
Y en estas llega Patria de HBO, la esperada adaptación del éxito del escritor vasco Fernando Aramburu. Editada en 2016, la novela rápidamente se convirtió en todo un fenómeno no solo para el gran público sino para la crítica especializada (entre ellos el Premio Nacional de Literatura). Una golosina que para la empresa americana no iba a pasar por alto. Encargando una miniserie de ocho capítulos que ha estado generando expectativas gracias a un potente trabajo de marketing y que poco a poco, nos ha transmitido una sensación de "evento". Siendo ayer el detonante con ese doble episodio que conquistó a todos los espectadores que dieron play a la serie.
Respondiendo por fin a la incógnita de ver como se trasladaba a imagen la historia de Bitorri y Miren. Y si sería capaz de mantener esa fuerza y sensibilidad de las letras de Aramburu. Un trabajo difícil pero factible debido a la calidad de las series y películas que nos ofrece la plataforma HBO mes tras mes.
Sin meternos muy en profundidad con el contenido de la serie pero con el fin de dar algunas pinceladas, se puede considerar Patria como una historia de historias. Un asesinato que trastocó la vida de dos familias y que nos hace reflexionar no solo sobre el país en el que vivimos sino sobre como somos nosotros como pueblo. Los personajes sufren, cada uno a su manera, un duelo del que no se pueden desprender. Sólo pueden darle la espalda, intentando negar la realidad de la situación. Una obra muy coral donde nos muestra los diferentes prismas de como un solo acto puede cambiar la vida a muchas personas.
Lo que no consigue la serie es estar a la altura de la pluma de Aramburu. Siempre muy respetuosa con el material original y realizando una puesta en escena sobria donde destacan unas grandes interpretaciones. Amén de esos descubrimientos de Ane Gabarain y Elena Irureta.
Por lo tanto, quienes no conozcan el libro podrán disfrutar de una serie única y valiente pero por el contrario, quienes hayan leído el material original sabrán hasta donde se puede llevar estos personajes y donde se ha quedado la serie de Aitor Gabilondo. Un material de primera trasladado con gusto que sin embargo, ha acabado limitado por la fama y el calado de la pluma de Aramburu.
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