Nunca es tarde: Persiguiendo a Amy (1997) de Kevin Smith

Persiguiendo a Amy Cine

Esta película marcó un antes y un después para mí. Por tratar el amor y la amistad de una forma tan sincera, sencilla y real. Además conseguió que me embarcara en el universo de Kevin Smith del que hasta entonces era algo ajeno. No recuerdo si fue Jay y Bob el silencioso contraatacan o Mallrats la cinta que me dió a conocer al cineasta de Nueva Jersey pero solo puedo decir que no fue hasta que descubrí está joya, cuando me declaré fan incondicional de su cine hasta día de hoy, a pesar de los pesares (indirecta a cierta película con Bruce Willis). Un universo único, con unos personajes que se cruzan de una película a otro (e incluso en comics, ya que Smith es también guionista) en cientos de divertidos crossover,  cuyo eje central es  la ciudad natal del cineasta, donde habitan personajes como Randal, Dante, Jay y Bob. El amor, la religión, el sexo y las aventuras son muchos de los temas que trata su particular universo gracias a una filmografía muy heterodoxa y muy rica en personajes.

Enmarcada dentro de la conocida trilogía de Jersey, esta divertida comedia está protagonizada por Ben Affleck y Joey Lauren Adams la cual fue nominada a Mejor Actriz en los Globos de Oro en una historia que tiene un punto de partida que puede parecer ya visto, pero bajo un punto de vista único. Representa todo un estudio no solo de las relaciones de pareja sino de las personas en general, sus temores y sus sentimientos, siendo de puro contexto la sexualidad de la protagonista. Smith cuenta un relato  que le toca muy adentro y más teniendo en cuenta que por aquel entonces tenía una larga relación con Joey Lauren Adams, más personal imposible. No estamos ante una simple formula de chico conoce chica, es una vuelta de tuerca a la comedia romántica, quitándole sensiblería, siendo gamberra por momentos y muy emocionante en otros. Además de hablar sobre el sexo sin tabús de una manera que no se había hecho hasta entonces, teniendo los personajes muchas escenas intentando entender que significa y por qué es fundamental en toda relación (Smith en eso no se corta un pelo). Y teniendo en cuenta que Holden empieza ha enamorarse de Alyssa siendo lesbiana, pues tenía muchas preguntas que hacerlo sobre el tema, que dado su sentido del humor da para más de una escena hilarante.
Demostrando una vez más, lo gran dialoguista que es Smith, aunque en sus anteriores cintas ya daba cuenta de ello aquí esta mejor hilvanado en la historia. Todo es más orgánico, hasta los silencios están muy bien planificados, así como la gran importancia que da al actor gracias a una puesta en escena sencilla pero con mucha fuerza narrativa.


                                                               


Esta cult movie tiene uno excelente reparto, sobretodo en lo que a secundarios se refiere. Dosifica mejor que en otras películas las apariciones de Jay y Bob, dejándolos para el momento clave con una larga escena que es de las mejores, no solo de la cinta sino de la filmografía del director. Jugando con un solo plano contraplano y tres actores que nos dan las claves fundamentales de la historia en un ejercicio de escritura-interpretación impecable. A pesar de su sencillez narrativa, la fuerza está en el texto y la interpretación, sosteniendo durante largo tiempo los primeros planos o jugando al plano secuencia, dejando la cámara rodar y ver como la escena poco a poco crece. No será hasta años más tarde cuando Kevin Smith madure en gramática audiovisual, pero por más mecanismo que conozca nunca una sencillez, desconocimiento o pocos medios llegó a dar tanta solidez a un relato.

Una de las película indie americanas de la época que siempre procuro revisar, lleno de momentos muy divertidos (mayoritariamente protagonizados por Jason Lee) y grandes escenas cargadas de emoción contenida, con un final que no se olvida y que te dejará como espectador tan marcado como a los personajes. La mejor cinta de su director (con perdón de Clerks) y que ya es un clásico moderno.


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